SAQUEOS (una historia indie macanuda)

Montevideo, se adormece en su tensa calma, llegando a los últimos días de diciembre de 2012. Hace unos meses, se recordaban los diez años de la crisis del 2002, los medios y políticos se apresuraron en recordar unidireccionalmente las gestiones financieras que paliaron los efectos de la crisis. Hermosas y mentirosas anécdotas de cómo consiguieron el préstamo puente con estados unidos apelando a que uno era hincha de peñarol y como se consiguió justamente a lo peñarol. En la hora. Al pie del abismo y antes de dar el paso. El observador, código país fueron algunos de los que quisieron imponer la hegemónica visión financiera de la crisis, con el beneplácito de los hoy popes de la economía local. Ni una mención a la pobreza  y cuando se habló de saqueos, se recordó la garantía que ofrece la policía en Uruguay. En términos políticos argentinos, en Uruguay hay un solo relato, un solo cuerpo de concepciones para entender la realidad, una sola óptica, un solo sentir. No está en disputa ningún modelo, porque no hay dos proyectos de país. No hay pequeñas corporaciones enfrentadas a otras mas grandes.  No hay un proceso de avance, quitando porciones de audiencia o de mercado de parte del estado para con los privados. Hay si, una saludable connivencia pacifica.  Una tradición cultural de izquierda, en un país mas bien conservador y retrógrado.

En argentina por el contrario la crisis no se la recuerda con la misma óptica uruguaya, diríamos que su tradición de lucha en la calle tiene una especial relevancia cuando se tiende a recordar los hechos de 2001. El lugar es la plaza, los métodos, tomar lo que no tengo y el consumo me alienta a tenerlo, el saqueo es la herramienta mas acabada de la política argentina. Y esto si uno es un politólogo de esos que abundan en Uruguay para explicar comportamientos electorales, como si fueran entidades abstractas, puede deberse claro esta a que la pobreza estructural y la miseria es mas pronunciada de aquel lado que acá. Los pobres son mas pobres. Pero mas aun. El respeto por la propiedad privada es menor.  En el plano simbólico los pobres, (manipulados y todo) recuerdan los días de diciembre de 2001, con saqueos. El gobierno con la expropiación del predio de la rural en Palermo. Desde el kirchnerismo mediático se habla de un manijeo de los sindicatos disidentes y la derecha, para crear una situación de inestabilidad, acuñando otro término político netamente argentino, un clima destituyente. Los medios afines al gobierno, apuntan a Moyano y también a punteros del PRO,  hablan de 500 pesos y lo robado, falopa y faso. 

Se crea entonces una doble moral por parte del kirchnerismo y sus medios, como expresa el blog argentino Todos Gronchos: “Al menos pedimos que se pongan de acuerdo. Los aman y los premian por ser marginales. Hacen todo lo humanamente posible para que sigan siendo marginales. Los odian por ser marginales. Los dejan afanar porque, pobrecitos, son marginales; los cagan a tiros por afanar. Los llevan de apriete a los actos de Unidos y Organizados y cuando se unen y organizan los repudian. “

A pesar de eso, esta doble moral no actua criminalizando la pobreza, sino mas bien buscando un entendimiento aunque muy lejos se esté de encontrar las causas, que corresponden mas a un ADN argentino que a una situación de país. Desde las redes sociales en cambio se suma una nueva perspectiva que es lo robado. No roban comida, o mas precisamente no roban solo comida, a traves de los distintos médios, se pudieron observar que el principal objeto de deseo son lo electrodomésticos, y la población de clase media busca desprestigiar esta acción a través de una axioma poco convincente: si tienen hambre no roban televisores.  No dandose cuenta asi que el marginal vive y consume la misma cultura que la clase media. Conoce sus debilidades, adora sus plasmas tanto como ellos y esto es en realidad lo molesto. No roban polenta y harina, sino que roban algo que les da marca de clase, que los equipara fugazmente conmigo. Lo molesto en si, es que roban estatus. Un estatus que a la clase media le cuesta esfuerzo obtener y que los saqueadores consiguen nada mas que organizandose o siendo organizados.

Una visión mas fascista de la clase media expresa que los saqueadores son el producto de los planes sociales, en eso la clase media es igualita en las dos orillas. Lo que aquí estan proponiendo es su profundo desprecio a las asignaciones universales por hijo, a los planes trabajar y una serie de medidas que el gobierno argentino a otorgado a la población mas excluida. Similar discurso campea en Montevideo, ese que dice que usan la plata del mides para comprar vino y celulares, como si un pobre no pudiera emborracharse o mandar mensajes a otro pobre.

Hay una última perspectiva de análisis. Trata del acento que ponen los distintos médios en los hechos. Leyendo página 12, uno puede apreciar que el centro de su interés se basa en buscar responsabilidades políticas y en destacar la actuación policial, medida y de contención. Si la famosa tapa animista de clarin en 2001 “La crisis causó dos nuevos muertos” en referencia  Kosteki y Santillan, era una prueba de la manipulación mediática, no deja de causar  perplejidad el titulo de página luego de los saqueos “Antes de navidad, el diablo metió la cola”, demonizando asi a los saqueadores y alineandose directamente con la posición oficial que busca responsabilizar a quien hasta hace un año era un firme aliado en la interna del partido justicialista, Hugo Moyano. Un lider sindical que ya ejercia una posición de poder dentro del ámbito politico argentino, pero que fuera beneficiado aun mas con el kirchnerismo al otorgarle el manejo de los subsidos del transporte a su sindicato. El doctor Frankestein tenía mas códigos se pudo escuchar en estos dias. Y es que el monstruo hoy vapuleado por la prensa oficial, creció al amparo de las politicas del gobierno. Como se vé el entramado es complejo, y esto mismo es lo que hace complejo el relato. La visión de la realidad de página no aporta al entendimiento de la situación.

Nicolas Lantos periodista de ese medio reproduce el discurso oficial, y centra su análisis en dos cosas que dijo Moyano contradictorias. A la mañana proponía que los saqueos eran espontaneos y a la noche que el gobierno buscaba victimizarse, en una suerte de auto-boikot. Lantos ama montevideo, su calma chicha y sus bandas indies. Y quizas aca encontremos un paralelismo entre la tremenda inacción montevideana, su cornudismo funcional y su cultura antes hegemónica de izquierda discursiva y hoy cadente e intimista.  El auge del indie, se desprende del momento político que vive el país. Tranquilo, sin confrontaciones, apelando mas a los sentimientos individuales que a los logros colectivos, alejado de las bravuconadas misóginas del canto popu y de las resistencias ya extintas del carnaval. El indie es la música del montevideo integrado, progresista y acrítico.

 A Lantos le encantaría un montevideo diverso, indie y sin saqueos. La música no necesariamente debe proponer cosas que le son externas a ella, pero no proponerlas también es una forma de representar la realidad, el relato se construye también con estas miradas. A que vamos, con esto. Parece ser que Brecha tiene una predilección por franny glass, porque siendo parte del mundo indie, representa las buenas causas de la izquierda. El tipo sensible que se llegó a entristecer con nuestra última gran derrota electoral: el plebicito de la caducidad. Inmediatamente compuso una canción sobre el hecho, pero apelando siempre mas a un estado de ánimo propio, que a una calentura por saber las causas del porque no se llegó a derogar la ley de impunidad. Esto cae bien en nuestra gerontocracia, ya que canaliza un sentimiento colectivo sin buscar demasiadas responsabilidades dentro o fuera del partido de gobierno. No se llegó, perdimos, debemos acatar la derrota, sin buscar explicaciones del porque. Compongamos mil canciones tristes que representen nuestro estado, ni una de protesta, porque eso sería hilar demasiado fino. Franny Glass toca en la gala de Brecha. Solo falta que Scagliola empiece a escuchar 3 pecados.