de los encuentros con personas medianamente conocidas (I)

elaine está enferma. nos sentamos en el mármol de la entrada al teatro solis. estamos, se puede decir, aburridos. no tenemos alcohol ni cigarros. siento que pronto ella se tomará el ómnibus y yo desataré mi bicicleta. recién acabamos de ver a martina gadea hablando con cucurto. la tontita y el plancha, ¿de qué hablaran?. antes podría jugar a imaginarme. ya no. seguimos sentados y elaine sigue enferma. tose. parece que hoy, no va mejorar. mejor asi. nos ahorraremos el trauma de compartir un vino. esperamos nada en silencio, hasta que ella hace un comentario que no entiendo. alzo la vista. no contesto. a cinco pasos se sienta en el mismo mármol, martina gadea y una acompañante. miro a elaine, cómplice. cantamos en tono burlón canciones de martina. acentuando el tono orgásmico-infantil-trucho de sus composiciones. le cambiamos las letras. buscamos su incomodidad. ella de mientras saca un disco y se lo regala a su acompañante, quiere abrirlo, de forma torpe, para mostrarle los pegotines que ella mismo dibujo y que son verdaderamente malos. no nos escucha. levantamos la voz. sigue sin escucharnos. saca un porro. aplacamos los intentos de ser oidos y en cambio, pensamos algo para generar un vinculo. no podemos ser mas lúmpenes. nos encanta. ¿a quien no?. gadea, se para. hay cierta intensión de encanutarse a fumarlo. pegar la vuelta, irse a un rinconcito. le hablo. le pregunto por albert pla, ella se ríe y se imagina algo místico. que loco! mira, ella es amiga de albert y vino hace unos días a montevideo. ella es ajo, la micropoeta. cosa que no entiendo. nos sentamos todos juntos. fumamos. martina nos pregunta si la conocemos. claro que te conozco, le digo, yo te promocionaba en mis circulo de amigos, sin ningún éxito relativo. ¿sera por mi o por vos? pregunta ella. por ambos, dice envenenada elaine. como hace toser la maría, pero que bien sabe, comenta ajo. nos reímos. luego de cinco minutos de charla, las cosas parecen mejor. elaine no piensa en el ómnibus, ni yo en la bicicleta. ajo quiere quedarse con nosotros. martina está incomoda porque a nuestra manera, la estamos defenestrando, con cariño, siempre. ella responde con un juego sucio, van a tomarse un café, posibilidad esta, que no está a nuestro alcance. se van. seguimos en el mismo lugar. ajo vuelve y nos dice que están aquí o allá. avisa sus movimientos. pienso que no quiere estar ni un minuto mas al lado de martina, ni martina al lado nuestro, ni elaine al lado mio, ni yo en mi cuerpo.