Siempre me gustó la lluvia, pero no ayer, de pronto eran las 10 de la mañana y yo esquivando gente y charcos por 18, pensé que era fácil llegar al 1409 debería ser a la altura de Acevedo Diaz, pero me equivoque y salí aún mas lejos de lo que podría si hubiera seguido mi calle hacia arriba. Según mis cálculos faltarían no menos de 15 cuadras.
Pensé en regresar a mi casa pero un impulso aún mayor me obligaba a ir hasta el 1409, de mientras me dedique a disfrutar de la lluvia cada vez mas intensa.
Lo que no pude disfrutar (y aquí el problema) fueron los paraguas, esas armas blancas que generan mas problemas que soluciones al portador y no menos inconvenientes al mero transeúnte; Lo peor sucede con la bronca que genera el ver estos adminículos portados por damas mayores caminando bajo los techos de los comercios al paso “miro escaparates”.
Y después se quejan si uno los trata (viejas y paraguas) con violenta delicadeza.
-…
La furia era cada vez mayor, la tormenta no, porque ya perdía las expectativas de superarse, fue así que comencé mi batallita.
Primero eran golpes a los paraguas, corriéndolos, manoteándolos, haciendo lo que fuera para preservar mi ojo y mi dignidad. Las viejas miraban para atrás como no entendiendo, yo certero me escapaba por la derecha.
Una vez, otra vez y otra…
- molesto viejas pedorras
- atrevido!!
- no gaste energía siga caminando, que el paraguas tiene mas vida útil que usté.
No llegue a escuchar lo que su boca arrugada me decía pero por las dudas la salude con un último: “puta”.
-Callate atrevido de mierda.
El local era grande, digamos que una librería grande pero de mal gusto sus títulos, no de las que prefiero para ir a comprar un libro, además las empleadas eran cuarentonas sin mucho arreglo, no desaliñadas, pero sin mucho arreglo y con cara de funcionarias públicas. Me atendió la más histérica de todas.
-¿Esperas acá? Te entrevistan
- ¿acá?
- Si, acá.
-bueno
Me llamaron y entre al despacho del que manda allí.
-¿está lloviendo afuera?- como incrédulo, como si fuera algo extraño, algo nunca visto, como si no hubiera llovido los cuatro días anteriores.
“no, me gusta bañarme con la ropa puesta, gilipollas” pensé
-si un poco, pero esta parando.- dije.
mal educado, ya te trataran, ya cuando seas un viejo repelente
ResponderEliminarno!!
ResponderEliminarsin palabras.
la verdad q me imaginaba la situacion y me mataba de la risa
a quien no le paso tener un dia asi..??
bueno te felicito
nuevamente..pero cuidado con los petisos q yo formo parte de la comunidad..jajjjaa.
te dejo tamb mi msn
dle?? es fefas19@hotmail.com.
beso stephani