histeria clínica

estoy aterrado. a fuerza de ser trillado, o incluso, sabiendo que esto no sirve para nada, explicaré. una mañana me levante en euskal erria. era un día normal y sin escuela. por razones que no comentaré, ya que desviarían el centro de interés, estaba solo.

solo, es una buena descripción, tomando en cuenta lo sucedido. la situación era que no podía hablar. paso una hora sin que me percatara de esto. cuando quise hacerlo, estaba impedido. lloré. pensé en las derivaciones de ser mudo, cosa que hoy no molestaría, pero en ese instante si. susurraba, gritaba y nada. me mire al espejo, abrí la boca, nada. el llanto incluso era mudo. saque la cartuchera de la mochila, agarré un papel. escribí: no puedo hablar. miré el papel. me sentí mejor de por lo menos poder escribir. me acurruque, en el pasillo, con mi papel, esperando que llegue mi madre. dejaré de lado esta historia, los por menores de la curación, pertenecen al mundo de lo interno, lo único real es que siempre dudé de esta experiencia. no de su existencia, sino de sus causas. asumí que era la angustia y meses después me diagnosticaron un asma crónica, enfermedad que me hizo feliz de niño e infinitamente discapacitado de adulto.

hace un mes, volvió el terror. supongamos que uno esta leyendo algo, a los efectos del relato no importa qué, pero de inoportuno lo revelo. estaba leyendo derretimiento de daniel mella. lectura técnica, por arriba, de a párrafos, saltando hojas, repitiendo la primera linea, esa que dice: tardé años en recuperarme del estado somnoliento en que ciertas partes del cuerpo se me sumieron. diría que estaba entretenido, hasta que se me hizo imposible leer una palabra, no porque fuera complicada o no la conociera. simplemente no me salía leerla. no podía entender, quizá, que una palabra es una composición de signos que representa algo, me quede en blanco y esperé a que pase. la palabra no la recuerdo pero bien podría ser árbol o camión, conceptos fáciles, con abstracciones no muy complicadas, he visto miles de arboles y algunos menos de camiones. luego del trance, pude leer la palabra y la siguiente y la otra sin problemas.

a la semana, ya me había olvidado del caso y sucedió lo mismo con un libro sobre recomendaciones y procedimientos a la hora de exportar. y a la siguiente de nuevo, con el libro de cámara celeste, en este caso no sabía (si se puede usar este verbo) que era uruguay. o sea... no que no supiera que era, puedo escribir uruguay, lo he hecho cientos de veces, se que es un país, puedo deletrearlo y decir uruguay en una conversación. simplemente veía la palabra, pero me era imposible leerla.

a los cinco días, mi neuróloga (no es que sea mía, ni siquiera que alguna vez hubiera consultado a esta especialista) , atendiendo a los síntomas, me diagnosticó un principio de alexia, una patología rara y de nombre lindo. un tipo de dislexia sin disgrafía, que sucede casi exclusivamente en casos de post infarto isquémico, el cual, evidentemente nunca tuve.

no entiendo si sentirme un héroe o un idiota, tengo una lista de cosas a releer y otras que nunca leí. estoy aterrado.